jueves, 29 de octubre de 2009

Atento

“La primera idea que se me vino a la mente es que ustedes escriban algo que empiece justamente con esa frase”. Lo miré atónito. ¿Qué me habrá querido decir este boludo?

Atento, hilvano.

Aristóteles se afeita con una Guillete Prestobarba Excel. Se persuade retóricamente del uso científico de la navaja.

Diego Armando, pensante y sereno como pocos, analiza la jugada con una rigurosidad evidente. “Diegote” da un pase magistral que deja solitario al delantero frente al arco. Grito de gol desaforado. “!!!La tenés adentro arquero… anda a buscarla!!!

Andrés escribe una canción en su sillón verde limón. Un temón del montón termina de un sopetón su colección. La rima se cansa y lo insulta en la cara. ¡¡¡Dejá de usarme para decir pelotudeses!!!

María Elena se reúne con Rodolfo. “¿Vamos a ver cómo es el reino del revés, Rodo?”. “Estamos inmersos en él Mary… mirá dónde estoy”.

Federico, “el Alemán”, revoca la pared que da al fondo de su casa. A martillazo limpio despeja los escombros. Pretende dejar todo listo para cuando llegue Sara, o sino está muerto. ¡Que Dios Lo ayudé!

Gabriel lanza su obra póstuma. Mi abuela cumplió 100 años y cree que el libro es dedicado a ella. ¡Ay Sole! Yo te regalé un poncho…

Miguel se fue de gira. ¿Quién sabe cuándo regresará? Sinceramente, si ponemos blanco sobre negro… es un buen cantante…

Ringo se creía una estrella. Paul se asombraba de su vanidad y entró en guerra. George, enojado, consideró al grupo una selva y se fue. John, mientras tanto, rezaba por la paz. Imagino a los 4 jugando al truco en un submarino amarillo… Déjenlos ser…

No sé qué me habrá querido decir con aquello. Si deseo dejar de decir boludeses debo estar más atento…

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